Equipos de alto rendimiento
Los equipos de alto rendimiento son equipos que van más allá de representar un conjunto de individos trabajando juntos para completar una tarea. Tienen una visión y un objetivo compartidos, y trabajan juntos para apoyarse mutuamente para lograr este objetivo.
Hoy en día, debido a la globalización de los mercados y al aumento de competidores potenciales, la necesidad de marcar la diferencia es mayor que nunca, lo que hace que este sea el entorno adecuado para crear equipos de alto rendimiento.
Trabajar en equipo de una manera optima es un gran reto para las empresas que necesitan buenos resultados en un mercado altamente exigente. Muchas veces, terminan teniendo no equipos, sino desarrolladores de software con mala comunicación, falta de confianza, baja motivación y entornos de baja tolerancia. Crear una cultura de alto rendimiento no es una tarea fácil.
¿Por qué equipos de alto rendimiento?
Las características de un equipo consolidado como un equipo de alto rendimiento son difíciles de lograr, aunque parezca que deberían estar presentes en cualquier equipo de trabajo. Veamos las más importantes:
Tienen un objetivo claro y compartido.
Todos los miembros de un equipo de alto rendimiento saben en qué están trabajando y por qué es importante. Esto crea un sentido de propósito y asegura que todos estén trabajando hacia el mismo objetivo.
Tienen canales de comunicación sólidos.
Saben cómo comunicarse de forma efectiva entre ellos. Esto significa que la información fluye libremente entre los miembros y que hay un diálogo abierto tanto sobre los éxitos como sobre los desafíos.
Confían y se respetan mutuamente.
Los miembros de un equipo de alto rendimiento tienen fe en las habilidades y el juicio de los demás. También se tratan con respeto, lo que crea un entorno positivo y de apoyo.
Se adaptar de una manera flexible
Adaptarse al cambio es vital en un entorno de iteración. La adaptación para un equipo consolidado es un desafío y no un problema.
¿Cómo trabajan?
Hay una serie de prácticas de trabajo efectivas que pueden marcar la diferencia. Aquí tienes algunos ejemplos:
Definir roles y responsabilidades claros.
Una de las claves para construir un equipo de alto rendimiento es la claridad en torno a los roles y responsabilidades. Todos en el equipo deben saber cuál es su rol específico y qué se espera de ellos. Esto ayudará a garantizar que todos estén contribuyendo y que el equipo esté construyendo de manera efectiva.
Establecer objetivos claros.
Otra práctica importante para los equipos de alto rendimiento es establecer objetivos claros y comprensibles. Esto ayudará a mantener al equipo enfocado y motivado, y asegurará que todos estén trabajando hacia los mismos objetivos.
Fomentar una cultura de colaboración.
Una cultura colaborativa es aquella en la que la colaboración es habitual y deliberada. La colaboración no ocurre automáticamente, se debe propiciar y promover. Una buena comunicación se integra de manera natural en las tareas diarias y en las actitudes que se adoptan con respecto a dicho trabajo.
¿Cómo construir un equipo de alto rendimiento?
Cuando se crea un equipo de alto rendimiento, es importante prestar atención a las historias personales de los empleados y sus diferencias individuales.
La creación de un equipo de alto rendimiento va más allá de la adquisición de habilidades técnicas o preceptos de comunicación. Tiene que ver con la cultura de la empresa y con comprender las necesidades de cada pieza del sistema, cómo encaja en el sistema global y todos esos aspectos que eliminan la fricción y fomentan la confianza entre los diferentes miembros.
El primer paso es crear una cultura basada en la confianza. Ser capaz de expresar dudas en cualquier momento o ayudar proactivamente a cualquier colega.
Una vez que se crea una comunidad, el desafío es mantenerla motivada, haciendo que los desarrolladores sean responsables de sus propias decisiones, aprendiendo constantemente nuevas herramientas y técnicas y promoviendo la mejora contínua.
Por otro lado, a estos equipos se les debe dar autonomía, acompañarlos y facilitar su trabajo, pero confiando plenamente en sus decisiones. Celebrar los aciertos y aprendiendo de los errores.
Difícil de construir, fácil de perder
La construcción de un equipo de alto rendimiento tiene un alto coste para una empresa. No se trata solo de tener buenos especialistas técnicos, sino de lograr crear dinámicas que los conviertan en un equipo eficiente.
Esto es aún más difícil en empresas que no tienen una cultura de software. Los desarrolladores buscan y tienen preocupaciones que son difíciles de satisfacer y eso crea fricciones con otros departamentos.
Además, si pensamos en un equipo de alto rendimiento como un sistema, un sistema se define como una entidad con límites y con partes interrelacionadas e interdependientes cuya suma es mayor que la suma de sus partes. El cambio en una parte del sistema afecta a las demás y, con ello, a todo el sistema, generando patrones de comportamiento impredecibles.
Ahora más que nunca es necesario enfocar a las empresas en la cultura del equipo. Trabajamos fuertemente en enfatizar esa cultura como uno de los valores clave que nos hace un estudio de software diferente. Somos y trabajamos como un equipo de alto rendimiento.
Miembro fundador de The Crafters Lab
Emilio es desarrollador de software y miembro fundador de The Crafters Lab.